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25 de marzo de 2019

April, Adam y la trayectoria de los planetas, Andrea Longarela

April, Adam y la trayectoria de los planetas

Andrea Longarela
272 páginas
Planeta de libros
Precio: 13,25€ // 7,59€ (edición digital) Goodreads
¿Alguna vez has soñado con desaparecer? Adam, sí. No deja de hacerlo. Cuando se levanta, cuando se acuesta, cuando respira. Cada segundo de su existencia en el que se da cuenta de que Ella ya no está.
¿Alguna vez has vivido como si todo fuera un sueño? April, sí. No deja de hacerlo. Cuando hornea galletas para el grupo de terapia del señor Campbell, cuando observa a su hermano Otto crear música con una simple lata, cuando ve a Adam por primera vez.
¿Pueden tener algo en común un chico que solo vive entre sueños y una chica que solo sueña despierta? ¿Y una chica que cree tener el don de romper el corazón a los demás y un chico que lo tiene de piedra?
Quizá aún haya esperanza para ellos; quizá, juntos, sean capaces de matar monstruos de la mano y de conseguir que los planetas dejen de girar.
<AVISO PARA NAVEGANTES>
♦Os recuerdo que todo esto son mis opiniones personales basadas en la lectura y que no hay nada como leer y  juzgar por uno mismo ;) 
♦Los efectos secundarios de cada libro son diferentes dependiendo del lector.
♦Cuando pongo una nota que está entre 2 puntuaciones normalmente es porque no estoy segura con cuál se quedará así que espero un par de semanas para que se asiente la lectura ;)
♦Para gustos hay colores y para jardines flores y que a mí no me guste un libro no significa que sea una 💩 de la vaca y que a ti no te vaya a gustar. ♦He decidido quitar la puntuación de las reseñas porque me da rabia que mucha gente solo se base en eso y no en lo motivos por los que he llegado a esa puntuación, no obstante en Goodreads seguiré puntuando los libros.
Después de las instrucciones de uso ¡vamos allá!

Andrea Longarela, también conocida en las redes como Neïra, nos trae en esta ocasión una historia muy diferente a lo que viene siendo su línea habitual. No solo por la edad de sus protagonistas (casi siempre nos ha presentado a personajes con edades superiores a los veinte o así), sino por el tema que trata que, sin duda, es controvertido. Por eso creo que esta novela es la más intimista y arriesgada que haya escrito la autora hasta ahora, o al menos así me lo ha parecido a mí.

La protagonista de este libro es April, una joven de veinte años con una personalidad muy especial. Acude cada viernes con una sonrisa y una bandeja de galletas caseras al centro de terapia en el que ejerce como voluntaria. Allí trata de ayudar, en la medida de lo posible, a personas que como ella han sufrido una pérdida irreparable en sus vidas y que luchan, día a día, contra ellas mismas y las ganas de tirar la toalla que les invade muchas veces. Pero también son personas que están dispuestas a superarlo o a aprender a aceptarlo. Ese es el objetivo.
April no ha tenido una vida fácil y en casa tiene problemas de entendimiento con su madre, la cual también está sumida en una depresión. Pues vaya panorama, eh. Sí, sí, queridas, aquí todo el mundo tiene ganas de tirarse al tren :(
La relación que mantiene con ella está llena de altibajos, porque cada una se esconde en su caparazón mientras tratan de lidiar con sus propios fantasmas.
La relación con su madre me hizo plantearme varias incógnitas y tengo que resaltar de manera positiva que me sorprendió. La autora consiguió "engañarme" con respecto a ella. Al comienzo no entendí su actitud como madre, pero cuando la historia fue avanzando y descubrí el secreto que April y su madre guardaban en sus corazones, logré empatizar con ella y comprender el papel tan difícil que le tocó vivir a la pobre mujer. No justifico su manera de afrontarlo, pero hay que respetar como cada uno vive el dolor.

Para April, lo más importante en la vida es su hermano menor, Otto. Es un chico muy especial, padece un trastorno del espectro autista que le impide llevar y establecer una comunicación normal. April siente que es la única que entiende a su hermano, es la que siempre lo ha cuidado, la que se esfuerza cada día por formar parte de ese universo propio que él ha creado y, a la misma vez que trata de formar parte de su mundo tan particular, su corazón se va minando un poquito cada día.
Como he mencionado antes, April guarda un secreto que al comienzo del libro no se deja entrever, al menos yo fui incapaz de imaginarlo. Este giro que toma el libro está muy bien introducido en la historia, aunque también es verdad que me pareció un poco "peliculero", porque una cosa no quita la otra. Se forma un cúmulo que casualidades fatales que hacen colisionar las vidas de ambos protagonistas.

Por su parte, él se llama Adam y es un joven de veintidós años que ha perdido todas las ganas de seguir viviendo (madre mía, si es que en este libro se junta el hambre con las ganas de comer). La vida para él no tiene sentido y está hundido en un profundo agujero del que no sabe cómo salir. Ni siquiera tiene las fuerzas suficientes para intentarlo. ¿Hay alguien alegre y dicharachero en esta historia que nos aporte, aunque sea, un rayito de luz? Nope. Aquí está deprimido hasta el panadero, ya os aviso.
Volviendo a Adam, su madre, Marie, está desesperada (no es para menos con la papeleta que le ha tocado a la mujer) y ya no sabe qué hacer para que su hijo vuelva a la vida. Su última opción es tratar de que acepte acudir al centro de terapia de grupo y a las sesiones con el psiquiatra.
Esto supone vislumbrar una pequeñísima esperanza, pues Adam promete a su madre ir todos los viernes. Al principio está reacio y ni siquiera se esfuerza por entrar, sino que se queda como mero observador, simplemente siendo testigo de las experiencias que comparten otras personas que también han sufrido mucho en la vida (de sufrimiento vamos full).
Justo allí es donde April y Adam se conocen, una tarde en la que ella le ofrece sus galletas y le regala una leve sonrisa, porque intuye que está necesitado, débil e indeciso. Perdido.

Poco a poco se establece una rutina entre los dos y ambos protagonistas, rotos y con heridas emocionales muy profundas, consiguen llegar a ser muy importantes el uno para el otro. Es más, se convierten en un motivo por el que los dos deciden seguir hacia adelante. Eso sí, no os creáis que sus días se transforman de pronto en una feria y jolgorio, porque nanai de la China, eh. La tristeza sigue muy presente y es la tónica principal que los envuelve hasta la última página.
Esto me ha causado mucha ansiedad, porque esperaba atisbar un poquito de alegría para sus corazoncitos, no tanto pesar acumulado hasta última hora.
Me hubiera gustado verlos liberados de sus cargas emocionales y de la amargura que los dos desprenden en cada línea.
Llegué a un punto en el que mi estado anímico estaba como el libro: apático. Si lo leéis pensando  "ojalá pronto ya veamos algo de color", esperad sentaditas porque os cansaréis. El tono gris tiñe toda la historia.

April, Adam y la trayectoria de los planetas es una novela que gira en torno al duelo y al intento de superar la ausencia de un ser querido. Se centra más en la angustia que en la relación romántica de los protagonistas. Lo que les une es el profundo dolor que anida, enquistado, dentro de ellos y que necesitan con desesperación que salga y les deje respirar de nuevo.
Es un libro triste. La apatía y el desaliento son la línea constante de toda la historia, y solo al final vemos un pelín de esperanza. Para mi gusto, muy al final.
No sé si igual fue por eso, pero eché en falta más diálogos y escenas entre ellos. La intensidad de sentimientos y emociones llega a abrumar en muchos puntos.
La novela está muy bien escrita y la ambientación de New Orleans que recrea la autora me pareció estupenda. Pero es algo lenta, porque es descriptiva y reiterativa en cuanto a los pensamientos de los protagonistas. Creo que esto hace que pierda dinamismo y que en algunos momentos tuviese que parar a coger aire.
El tono que usa la autora, donde la muerte está tan presente, a mí me sobrepasó un poco.
Me hubiera gustado encontrarme más escenas de amor, más momentos bonitos entre los protagonistas, ya que apenas se besan ni interactúan como pareja. No me refiero a escenas de sexo, porque entiendo que, en una novela de esta temática, no son necesarias para nada. Sino a momentos que me hicieran sentir de verdad la relación romántica y que yo fui incapaz de ver.
Comprendo que la amistad está muy presente en esta historia y que es justo por eso por lo que April y Adam deciden iniciar un proyecto juntos. Pero si se narra una historia de amor de dos personas que se encuentran y son el bálsamo la una de la otra, deseo encontrarme precisamente amor entre ellos, no solo un vínculo amistoso y un punto de apoyo.
Por otra parte, el desenlace se me hizo precipitado y me dejó confusa.

He de decir también que me pareció muy positivo cómo la autora trata el tema de las enfermedades mentales y otras de distinta índole que aparecen en este libro. Lo lleva con la debida sensibilidad y delicadeza, de manera correcta y con respeto. No obstante, hay escenas muy peliagudas que igual no son muy agradables de leer para mucha gente.

April, Adam y la trayectoria de los planetas es un libro demasiado intenso, demasiado emocional. Es una lectura densa, a pesar de que no es una novela larga en exceso. No creo que sea la adecuada para leer en cualquier momento y situación, porque igual no siempre tenemos el mood para novelas de este tipo, donde se respira aflicción y pesadumbre hasta en los agradecimientos.
No es una lectura de las ligeritas y sin complicaciones. Así que si pensáis leerla, preparaos el cuerpo y la mente para sufrir un poquito con estos personajes tan atormentados. 
Y a vosotras, ¿os gustan esta clase de libros? ¿Os mola el drama?


Felices lecturas, besitos.





23 de octubre de 2018

Flores para Julia, Andrea Longarela-Neïra | Polos opuestos #2

 
Flores para Julia
361 páginas
Precio: 16'59€ // 2'99€ (edición digital)  Disponible en Kindle Unlimited


Hola, ¿Qué tal estáis? En la entrada de hoy os hablaré de FLORES PARA JULIA de la autora Andrea Longarela, más conocida en las redes como Neïra.

Es el segundo de una serie y, aunque cada uno es autoconclusivo, yo siempre os recomendaré que los leáis en orden.
No colaboraba con Vero en el blog cuando leí el primero de la serie, Caótica Jimena, hace ya unos cuantos meses atrás. Es por eso que no está reseñado por aquí, aunque si os apetece saber qué me pareció, os podéis pasar por Goodreads que allí sí que escribí una mini reseña ►►


En esta novela la autora nos cuenta la peculiar historia de Oliver y Julia, está dispuesta en capítulos cortitos narrados en primera persona tanto desde el punto de vista de él como desde el de ella.
Ambos personajes tienen un bagaje bastante pesado a sus espaldas. Oliver está en un momento complicado de su vida puesto que su matrimonio se ha acabado y está divorciándose de Patricia. En cambio, Julia está en una etapa más tranquila, más zen. Ella ya pasó por una relación fallida y por un drama que ha marcado su vida para siempre. Sin embargo, la pena y el pellizco de lo que podría tener y no tiene siempre está ahí, haciendo sombra en su nueva vida pero, sobre todo, haciendo más grande el vacío de su corazón.

Julia Oliver se conocen en un momento en el que ninguno de los dos buscaba nada de lo que se encuentran y, aún así, la atracción surge.

Ella vive en una zona bastante retirada de la ciudad, en el campo. Sus días pasan entre flores, cultiva en su huerto sus propios alimentos y, además, vive de ello. Alquila su preciosa casa como lugar de retiro, podríamos decirlo así, a personas que necesitan desconectar, reflexionar y huir de la rutina y el estrés que supone el trabajo, los problemas y, en general, la vida en la ciudad. Y es esto precisamente lo que lleva a Oliver hasta allí, al refugio de Julia.

Son dos personajes totalmente opuestos, como bien nos indica el título de la serie, tan distintos como el agua y el aceite. Oliver es un hombre acostumbrado a vestir bien, usa ropa cara, es cosmopolita. Por el contrario, Julia es medio hippy, le gusta andar descalza, es vegetariana y una amante de los animales.
La chispa se enciende, claro está, son tan diferentes sus mundos que chocan y a la vez se atraen. Pero, para mi gusto, esto ocurre demasiado tarde. El libro me ha parecido lento y se me ha hecho un pelín pesado leer algunas partes. Durante el principio e incluso a la mitad de la novela, mis sensaciones fueron de "a ver si esto se va animando", porque no pasaba nada, no vislumbraba indicio alguno de que el libro se volviera más interesante a mis ojos.
Se les escapan los días entre comidas y cenas, charlas, reflexiones de uno y de otro personaje, descripciones de cosas y situaciones que creo no aportan mucho a la historia de los dos. Por esto, a mí me ha aburrido un poco.

En su simplicidad, la novela es bonita e incluso dulce, pero sigo pensando que carece de giros argumentales que me hayan sorprendido o animado a continuar leyendo con más ganas, a excepción de la última parte en la que descubrimos el peso que Julia lleva en su alma.

He de decir que la cosa se anima cuando ambos sucumben a lo que sea que hay entre ellos, pero claro, ya muy avanzado todo. Pasan de apenas hablarse a estar todo el día dándose el lote (ojo, que no seré yo la que ponga objeción a eso, eh, Xd).

En la primera mitad del libro el ritmo es demasiado sosegado en contraposición con la segunda mitad, en la cual, la resolución de los conflictos interiores de cada uno de los protagonistas me pareció precipitada. La primera parte fue densa y le faltó agilidad y, en cambio, hacia el final eché de menos algo más de desarrollo.
También me ha faltado más intensidad en la relación, no he logrado conectar del todo con esta pareja.

Tal vez sea yo, pero algunos detalles y, sobre todo, el planteamiento inicial de esta novela me ha recordado un poco a otra que leí hace tiempo ya, Mi isla. En aquella ocasión, tampoco disfruté ese libro como yo hubiera querido. No sé si lo habréis leído y, como a mí, os pase ese pensamiento por la cabeza. Puede que esto, de algún modo, me haya condicionado un poquito.
Por otro lado, durante la lectura ciertas comas me hicieron dudar de la manera en que estaban colocadas. Pero que quede bien claro, que una no es una experta ni nada por el estilo, solo digo que a mí me sonaron raras.


La parte que más me ha gustado de este libro ha sido la última, que es donde la autora carga casi todo el peso dramático. Es imposible no empatizar con lo que le sucede a Julia, de hecho, me dio mucha tristeza por ella y también por la propia Andrea que, en la nota de autora, habla sobre ello y hace mención a algo muy, muy especial para ella y que me conmovió enormemente. 

En esos pasajes finales sí tengo que destacar frases que, aunque tristes, también son muy bonitas.
Puede que l@s que sigan a la autora sepan que hace solo unos días que se publicó la tercera novela que compone la serie Polos opuestos:: Un cielo sin Luna. Espero que, en breve, podamos leerlo y contaros cómo concluye esta serie ^.^

FLORES PARA JULIA es una novela de segundas oportunidades, de nuevas ilusiones, de aceptación y esperanza y, aunque para mí su lectura haya sido algo irregular, sí me ha merecido la pena conocer esta historia.

Bueno, ya os dejo por hoy y no me enrollo más. Contadme si ya conocíais a la autora, si está en vuestros planes hacerlo, o lo que queráis.

¡Qué tengáis buenas lecturas!