Dividida entre el mundo de los hombres blancos y el mundo comanche de sus padres, Indigo Wolf ha crecido separado de las gentes del pueblo de Wolf’s Landing, Oregon. Nadie comprenderá su espíritu esquivo… hasta que Jake Rand llega a la ciudad para trabajar como capataz en el rancho de su familia.
Pero los verdaderos motivos de Jake son tan secretos como su auténtica identidad y tan personales como la creciente atracción que siente por Indigo.
Índigo es la hija de Cazador y Loretta, cuando tenía 14 años una desagradable experiencia con un chico blanco que la despreció por ser mestiza la marcó y desde entonces desconfía y sabe que un hombre blanco nunca la tratará como si fuera una mujer blanca.
Jake siendo aún muy joven sufrió la muerte de su madre y se hizo cargo de sus hermanos pequeños junto con su padre. Pasados los años y después de mucho trabajo duro ha conseguido triunfar, junto con su padre, con su empresa familiar y tener una estabilidad económica para su familia.
El primer encuentro es muy cómico pues Jake confunde a Índigo con un muchacho, ella suele ir vestida con los típicos pantalones de ante de los indios, así que a primer vistazo Jake no lo dudó ni un momento.
El libro a parte de la historia entre ellos dos (la manera de acercarse poco a poco de Jake para poder ganarse la confianza de Índigo) tampoco tiene mucha más chicha.
No está mal, puede que no sea objetiva porque cogí mucho cariño a la familia de Cazador, pero son mucho más intensos los anteriores.
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