❊Reseña: Tatiana y Alexander - Paullina Simons

Embarazada, enferma y absolutamente desolada, Tatiana ha logrado llegar a Estados Unidos. Entregada a la fuerza de las circunstancias y alejada de su convulsionada tierra, la joven comenzará una nueva existencia con la secreta ilusión de que, en alguna parte, el hombre al que ama sea capaz de vencer a las oscuras garras del destino.

Mientras, Alexander sufre el hostigamiento de las fuerzas represoras en las gélidas tierras de la Unión Soviética, y tan solo el recuerdo de su esposa, junto con la velada esperanza de que siga con vida, alimenta su espíritu ante la adversidad.

Al tiempo que la contienda llega a su final, ambos lucharán contra sus destinos y la desesperación en busca del amor perdido y la inquebrantable esperanza del reencuentro.

Tatiana y Alexander es la segunda parte de una historia de amor... ¿imposible?

Tatiana por fín llega a los Estados Unidos, a ese futuro que Alexander quería para ellos,  pero está sola, enferma y con un recién nacido. Está rota por la pérdida de su esposo y solo su hijo hace que tenga ganas de vivir, pero alguna vez se siente tan  rota e incompleta que da la sensación que ni el pequeño logra tirar de ella hacia adelante, pero su coraje y su hijo hacen que una vez más lo consiga, además en lo más profundo tiene una pequeña esperanza de que su marido sigue con vida. Nada queda ya de la Tatiana inocente y jovial que conocimos en el primer libro.

Alexander después de sobrevivir a las acusaciones contra su persona, lucha por continuar con vida hasta que la guerra termine y así poder encontrar el modo de poder llegar hasta Tatiana. De la mano de Alexander somos testigos de  como vivieron la guerra los soldados rusos. Alexander pese a todo lo que sufre sigue siendo un hombre fuerte y leal que piensa no solo en si mismo si no en los que están a su cargo.

En esta segunda parte creo que la peor parte de la llevó Alexander porque no solo sufría su alma sino también su cuerpo; fue muy duro ver como caía y se levantaba, una vez y otra y otra. Al final creo que algo dentro de él comenzó a resquebrajarse, quizás su salvadora llegara a tiempo o quizás no.

Están separados pero a la vez unidos por sus sentimientos, constantemente uno está en el pensamiento del otro. En varias ocasiones se hace referencia al momento que lo cambió todo en sus vidas, ese momento en el que Tatiana con su vestido blanco de flores rojas, ajena a todo lo que estaba por llegar, comía un helado esperando al bus sentada en un banco, mientras un soldado la miraba. También viajan, a través de los recuerdos, hasta Lazarevo donde vivieron los mejores días de sus vidas. En esos momentos, en que los buenos tiempos se recuerdan, es cuando más angustia sientes al leer lo que les está sucediendo en el presente.

Más drama, pero también amor, pasión y esperanza es lo que nos encontramos en la segunda parte de esta maravillosa trilogía.